miércoles, 2 de febrero de 2011

Egipto para principiantes: 1º parte, el derrotero histórico



Para empezar, un breve repaso histórico. En 1952 el GOU de Egipto, el Movimiento de Oficiales Libres, da un golpe de estado y el amigo Nasser toma el poder. Con el nasserismo en Egipto se inauguró el período de socialismos árabes caracterizados por el autoritarismo militar, el dirigismo económico y una legitimidad basada en la supuesta eficacia de los milicos para llevar a cabo la liberación árabe, que implicaba, básicamente, enfrentar a Israel. Nasser es lo que los gorilas inventaban de Perón: establece un régimen férreo, absolutamente presidencialista y de partido único. La figura de Nasser trasciende las fronteras egipcias y se consolida como símbolo de la lucha panarabista, llegando incluso a lograr durante un tiempo la unión de Siria y Egipto en la efímera República Árabe Unida. Ahora bien, estos procesos son modernizadores, no tienen una acervo tradicionalista ni religioso sino que son laicos y avanzan en la secularización del Estado. Los islamistas, representados por los Hermanos Musulmanes, cuando ven que Nasser se propone no sólo liberar al país del yugo imperial sino tb del peso de los ideales islámicos, se retoban y se tornan opositores al régimen. Acá empieza una dinámica que va a perdurar por largo tiempo: la casta política que controla el Estado va a tener un manejo bonapartista para mantenerse en el poder, volcándose oportunistamente entre islamistas y socialistas de manera tal de neutralizarlos recíprocamente. Nasser se alinea con la URSS, y en 1964 el régimen se define socialista. En consonancia, se sale a perseguir y a matar a la Hermandad Musulmana y grupos afines. La fantasía socialista se derriba en 1967 durante la guerra de los 6 días, el tiempo que le llevó a Israel hacerles cagar fuego a las fuerzas unidas de Egipto, Siria y Jordania. En términos futbolísticos, fue un desastre equivalente al mundial de Argentina en el 2002: todo el amor propio que el nacionalismo árabe había recuperado en esos quince años, se derribó con la apabullante derrota. La figura de Nasser quedó muy golpeada, pero por suerte Gamal no aguantó mucho y falleció en 1970. Asumió Sadat, que parecía que intentaría reflotar el proyecto panárabe, pero aflojando un toque con el tema del socialismo. Entonces, empezó a darles paulatinamente mayor cabida a los islamistas, cómo para ir poniendo en caja a los zurdos. Así, en 1971 el islam es declarado religión oficial de Egipto y se empiezan a incorporar instituciones islamistas, como la sharia. En función de este respaldo, participa en la Guerra de Yom Kippur (1973) en la cual los países árabes intentaron recuperar parte del terreno perdido en el anterior conflicto. No lo consiguen, pero la derrota es digna, el acuerdo de paz posterior es bastante generoso, y el hecho sirve como para “saldar cuentas” y limpiar el honor después del papelón del que venían. Esto relaja las posturas de ambos lados y le permite a Sadat, que ya había contenido al zurdaje, dar un giro “realista” en su política exterior: ruptura con la URSS, alineamiento con EEUU, se corta solo del resto de los países árabes y es el primero de ellos en reconocer a Israel en 1978, a cambio de la devolución de la Península de Sinaí (acuerdos de Camp David).
Baño de pueblo para Nasser
Los musulmanes se le van al humo a Sadat, que ahora que tiene el respaldo (y la guita) de los yankees puede abandonar ese juego pendular entre zurdos e islamistas: desprestigiados y marginales los primeros, se pone a perseguir a los segundos. Ante la crisis del bloque soviético, la causa nacional se mimetiza con la del islam, y los movimientos fundamentalistas se consolidan como la cara de la resistencia al imperialismo occidental. La revolución iraní encabezada por el Ayatollah Jomeini en Irán en 1979 es la principal expresión de este proceso, y hace aumentar las acciones de Sadat frente a los EEUU, que no pueden permitirse que los fundamentalistas islámicos (útiles en su momento para contener a los soviéticos) sigan ganando posiciones.

La Liga Árabe expulsa a Egipto, pero a Sadat poco le importa, él ya había elegido a otros nuevos y poderosos amigos. Sí le importó a algunos sectores musulmanes integristas del ejército, que aprovechan un desfile militar y lo cagan a tiros, en uno de los atentados más vistosos de la historia de la humanidad. Asume el vice, el compañero Mubarak. Hosni mantuvo el equilibrio de poder de Sadat pero lo sofisticó, facilitando la emergencia de distintas válvulas para descomprimir eventuales malestares sociales. De esta manera, generó un sistema pluripartidista controlado, que a través de la Ley de Partidos limitaba las agrupaciones políticas vetando a las opciones peligrosas y fomentando partidocracias que, ávidas de escaños parlamentarios, se amoldaban al régimen. Esta repartija de bancas, acompañada por una Ley de Periodismo que otorgaba una libertad de expresión controlada y extremadamente limitada,  fue vendida como una “apertura democrática” que ilusionó a algunos sectores de la sociedad egipcia. Por las dudas, tb se dictó la llamada Ley de Emergencia, que limitaba las manifestaciones de los que se oponían a la farsa democratizante de Mubarak. Para aquellos, tb se fortaleció una inmensa red de servicios de inteligencia y represión, según dicen uno de los más violentos y sofocantes del mundo, que ponía en vereda a las expresiones radicales de izquierda o islámicas que aún se resistieran. Los Hermanos Musulmanes, que siempre fueron medio refor, intentaron (con suerte esquiva) aprovechar esos espacios democráticos, con lo que comienza a sufrir desprendimientos partidarios de la acción violenta. En la década de los '90 estos grupos serán los que ocupen la primera plana, con una lógica ultrista e indiscriminada en sus acciones (se cargaban turistas, personalidades civiles demasiado “flojas” para su gusto, etc.) que le allanaría el camino a Hosni para intensificar la represión, siempre con ayuda financiera estadounidense.
Asesinato de Sadat en pleno desfile militar
Una vez consolidado el control en el plano político, Mubarak inició una serie de reformas neoliberales que no las enumero porque son las conocidas por todos, pero que básicamente implicaron la privatización de las empresas públicas, el fin del sistema de nacionalización de la agricultura, la apertura comercial, el control sobre los sindicatos, etc. Se consolidaba así una economía rentista basada en el Canal de Suez, la extracción de petróleo, el turismo, las remesas desde el exterior y no mucho más. Este proceso generó dos consecuencias políticas importantes: por un lado, produjo resistencias internas dentro del Partido Nacional Democrático, entre los adictos a Hosni, aquellos nostálgicos del nacionalismo árabe y, atenti, cierta burguesía que se había fortalecido con las reformas económicas, pero que tenía reticencias en aceptar su rol subordinado a la burocracia gubernamental y que entendía que el régimen autocrático debía modernizarse un poco (cómo nadie sacaba los pies del plato, la referencia de este subgrupo empezó a ser Gamal Mubarak, el hijo de Hosni). Por otro lado, fomentó una tibia reorganización de los sectores opositores, que volvieron a salir a las calles en lo que se conoció como el movimiento Kifaya (algo así como ¡Ya Basta!) Lo interesante de estas manifestaciones de protesta es que en esa consigna ambigua pudieron confluir una amplia gama de sectores variados de izquierda radical, la Hermandad Musulmana  y la partidocracia que funcionaba dentro del régimen (los extremistas islámicos no sé bien que hicieron acá, capaz ya estaban todos muertos) Si Mubarak toleró estas manifestaciones fue porque después de lo de las Torres Gemelas se veía obligado a darle a su gobierno un tono más tolerante, que implicaba el paulatino pasaje del poder desde la burocracia gubernamental hacia las elites económicas. Bajo esta primavera democrática (?), se reformó la constitución y se llamó por primera vez a elecciones presidenciales (antes sólo había plebiscitos para ratificarlo a Hosni). Así las cosas, se llevaron a cabo las históricas elecciones presidenciales y parlamentarias de 2005. Con las de presidente no hay mucho lío, Mubarak digita los candidatos opositores y consigue un inobjetable (?) triunfo con el 88% de los votos. Al mes siguiente se realizan las parlamentarias, escalonadas en tres regiones diferentes. La primera se desarrolla con normalidad, la segunda ya fue medio irregular y a la tercera hicieron fraude a cuatro manos para evitar un resultado peor del que pudieron manipular: el PND hizo una pobre elección, y sólo pudo mantener la mayoría reintegrando a los candidatos de la vieja guardia que se habían ido del partido para presentarse como independientes (lo cual obligó a frenar el proceso de cambio generacional dentro del partido de gobierno, poniendo en boxes a Gamal), y la Hermandad Musulmana se configuró como principal fuerza de oposición obteniendo un 20% de los escaños. El resto se lo llevaban independientes y los partidos de la oposición pero funcionales al régimen. No todo fue tan malo para Hosni, que con esto les demostraba a sus aliados occidentales que la democracia no funciona y que sus modos poco amables eran lo único que impedía un gobierno islámico en Egipto. Las potencias entendieron y Hosni inició un proceso de reversión de reformas, volvió a cambiar la constitución y a excluir las expresiones políticas indeseables, pero como nunca se puede estar seguro del todo, apeló descaradamente al fraude en las últimas elecciones de 2010, lo que le permitió recomponer el margen de escaños perdidos en el 2005. Así las cosas, la Hermandad Musulmana pasó de obtener 88 bancas a la módica suma de 0, ante la indiferencia de la comunidad internacional, que se ve que estaba muy ocupada fiscalizando las elecciones legislativas de Chávez.

Mubarak le aconseja a Sadat no perderse el próximo desfile militar 


6 comentarios:

  1. Leí los dos posts y me sorprendió la cantidad de buenos datos. Escribo en esta primera parte para corregirte un error menor, pero que mi edad provecta me permite recordar.
    La expulsión por Sadat de los asesores militares rusos se produjo antes y no después de la guerra del '73. De echo fue uno de los factores que llevaron a los israelíes confiarse y ser agarrados por sorpresa. Saludos.

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  2. Gracias Bob! Es cierto, quise meter mucha información en poco espacio y es probable que haya un par de errores… Sadat efectivamente empezó a alejarse del eje soviético desde que apenas asumió (tb inició las primeras reformas tendientes a disminuir el control del Estado sobre la economía), por eso decía en el texto que en función de ese objetivo fue que en un primer momento se acercó a los sectores religiosos y declaró en el ̍71 el islam como religión oficial… el hecho de resaltar el realineamiento pos Yom Kippur estaba orientado a subrayar la paradoja de que fue esa guerra perdida la que le permitió a Sadat adoptar el giro occidentalista que después profundizaría Mubarak, aunque con complejidades y contradicciones (p.e., la oposición a la invasión a Irak) que sobrepasan la idea de paneo general que tiene el post…
    De nuevo, muchas gracias por la corrección. Saludos!

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  3. Para mi los amotinamientos populares no tienen nada de espontaneos.
    Pienso que éste se les desmadró peligrosamente camino a guerra civil.
    Seguramente del exterior se necesitaba MUSULMANEIDAD CON LIDERAZGO ARABE para contrarrestar algo màs peligroso.

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  4. No entiendo bien a lo que apuntás… a qué te referís con “exterior”? y con “algo más peligroso”?

    Por lo demás, ojo que yo no hablé de carácter espontáneo sino de espontaneísmo, que son dos cosas muy diferentes. Lo primero es una caracterización y lo segundo es una línea de acción política, que tiende a prescindir del rol fundamental de las estructuras partidarias clásicas. De hecho, en el post cuento que esto no salió de la nada, hay antecedentes de este tipo de protestas y formas innovadoras de organización, sin las cuales no hubiera sido posible la sucesión de movilizaciones.

    Finalmente, los últimos acontecimientos me parece que demuestran que es infundada la idea de que estamos ante el inicio de una revolución islámica. El país, la coyuntura y los actores hablan de un escenario mucho más moderado del que venden algunos fundamentalistas (ya sean sionistas o islamistas), basados más en sus miedos o sus deseos que en datos de la realidad.

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  5. Francamente creo que la izquierda israelí (gente de la lady CLINTON)no don OBAMA que es musulmán de INDONESIA,necesitan LIDERAZGO ARABE DE LA MUSULMANEIDAD.
    Egipto ,lo se en situ ,tiene virulencia creciente de fervor(diríamos )MUSULMAN y los hermanos lo son.Egipto tradicionalmente es centro del MUNDO ARABE.
    Puede haber un acuerdo(por debajo como todos sabemos lo hace la polìtica)para entronizarlos y CONTROLAR VIA ARABE LA MUSULMANEIDAD.
    Pués si ésta se proyecta como ARIA ,fíjate QUE OBAJA LA INSTITUYE COMO la garantìa de paz en Asia ,POBRE ISRAEL A LA LARGA.

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  6. Lo importante es ver lo global ,hay una política o inducción o como la quieras llamar que viene por lo menos desde antes de que a BEIRUT se la destrozara.
    Ya para esos momentos habìa musulmanes cultos que hablaban de LA NUEVA ERA MUSULMANA.
    Si con detenimiento miras la inducción sobre el territorio de AL ANDALUZ en ESPAÑA te encontrarás con POLITICAS INTELIGENTISIMAS.
    Tengo amigos re religiosos "de los que habitualmente llamamos comecirios en Argentina" y otros totalmente agnosticos (o sea del tipo de ideas que se han tratado de difundir para parar al fundamentalismo)Y TODOS SUGESTIONADOS CON QUE SON PARTES DE ESE MUNDO MUSULMAN O MAS BIEN QUE EL MUNDO MUSULMAN ESTA DENTRO DE ELLOS(diferencia solo de juego de palabras).
    Hasta los jóvenes judios de izquierda saben que esto no lo para nadie y ESTAN HACIENDO ESFUERZOS POR CONVIVIR CON LOS ARABES POR TERROR PANICO A LA MUSULMANEIDAD ARIA QUE ESA-PARA MI Y SI ME EQUIVOCO LO DESEARIA PUES MIS HIJOS LLEVAN ApELLIDO JUDIO-SERIA NAZISMO INTERNACIONAL.

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